Productores agropecuarios y agroindustriales nucleados en la Mesa Chica del sector de Economías Regionales y la Mesa Agroalimentaria de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), junto a los representantes paritarios de CAME en las distintas Comisiones Asesoras Regionales de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), despidieron el 2020 en un último encuentro virtual y detallaron los objetivos para el próximo año.

A modo de balance, el presidente del área de Economías Regionales, Eduardo Rodríguez, y el titular de la Mesa Agroalimentaria, Pablo Villano; aseguraron que el 2020 no solo dejó en claro que sin productores no hay alimentos, sino también visibilizó el compromiso del sector para garantizar el abastecimiento de la mesa diaria de todos los argentinos. Además, los dirigentes subrayaron que sin rentabilidad no hay producción posible y que se necesita cierto grado de previsibilidad para promover la inversión y el agregado de valor en origen.

La agenda de trabajo y gestión del 2021 estará enfocada en lograr todas aquellas medidas que sean necesarias para el normal desarrollo de la actividad, entre las que se encuentran, por ejemplo:

  • Compatibilizar Planes Sociales y empleo registrado, de forma tal de poder contratar trabajadores en blanco sin que, por ello, se anulen automáticamente los beneficios sociales que perciben. Las cosechas, particularmente, suelen verse amenazadas ante la falta de disponibilidad de mano de obra. 

 

  • Actualizar el Mínimo No Imponible (MNI), con el objeto de reducir el costo laboral. Desde enero de 2019, el MNI está congelado en $17.509,20.

 

  • Modernizar el Régimen Laboral y crear un Fondo de Cese Laboral por acuerdo paritario entre la parte empleadora y la sindical, para cada actividad.

 

  • Rediseñar el esquema tributario, a fin de evitar la superposición de tasas y tributos a nivel municipal, provincial y nacional. Actualmente, nuestro país tiene más de 165 impuestos, una de las presiones tributarias más altas a nivel mundial.

 

  • Incentivos fiscales para aquellas empresas que cuenten con certificaciones de Triple Impacto (crecimiento económico con conciencia social y ambiental).

 

  • Cargas impositivas diferenciales, de acuerdo al tamaño de la empresa, y beneficios impositivos para la inversión (ej. amortización acelerada).

 

  • Tener un tipo de cambio único. Vendemos nuestros productos al tipo de cambio oficial, pero compramos los insumos al valor del dólar mixto. La brecha es muy grande y desalienta la actividad. 

 

  • Crear una Cuenta Única Tributaria, donde se registre la totalidad de los saldos a favor y créditos fiscales, a fin de poder cancelar con agilidad deuda impositiva, previsional y aduanera.

 

  • Garantizar el funcionamiento de Observatorios de Precios para mitigar y desalentar conductas anticompetitivas. Tenemos la necesidad de transparentar mercados, ya que debemos evitar que la estructura de formación del precio nazca en la góndola y se vaya disgregando hacia atrás, hasta llegar al productor.

 

  • Durante la pandemia, garantizar el traslado de personas y mercadería entre jurisdicciones, exigiendo un permiso único de circulación con validez nacional. Tener en cuenta que gran parte de los productos de las economías regionales son perecederos, por lo que una demora en el traslado puede causar la pérdida y/o el deterioro de la mercadería.

 

  • Asegurar la plena aplicación de la Ley de Góndolas por parte de los hipermercados, para no solo beneficiar a los consumidores con mayores alternativas de compra, sino también para que nuestras producciones regionales tengan garantizado su espacio en las góndolas.

 

De la última reunión virtual del año también participaron: Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA); Julián Clusellas, vicepresidente de la Federación Olivícola Argentina (FOA); Bibiana Marabini, representante de la Asociación Olivícola Catamarqueña (ASOLCAT); Alberto Sánchez, director de la Cooperativa Tambera de Arroyito; Jorge Pazos, representante del Comité Argentino de Arándanos; Alberto Carleti, representante de la Federación Económica de Mendoza (FEM); Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios de San Juan; Gabriela Lizana, titular de la Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza (APROEM); Guillermo Beckmann, presidente de la Sociedad de Quinteros de Santa Fe; Ángel Rico, presidente de la Cooperativa Agropecuaria de Producción y Consumo Alcaparras Argentinas; Esteban Scaramella y Leonardo Mascitelli, miembros del Instituto Latinoamericano de Trazabilidad; Leonardo Saucedo, representante de la  Federación Económica del Chaco; Irineo Quiñones, vicepresidente de Producciones Intensivas de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires; Raúl Giboudot, representante de la Cámara Argentina de la Actividad Frutihortícola; Lorenzo Capece, miembro de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA); Gonzalo Roca, representante de CAME ante la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA); y Pablo Vernengo, director ejecutivo del sector de Economías Regionales de CAME; entre otros.