Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) mostraron su indignación porque los locales de grandes superficies siguen ofreciendo productos que no son de primera necesidad y plantea una desigualdad con los pequeños comercios de barrio, que deben permanecer cerrador en la cuarentena por la pandemia de Covid-19.

Los negocios dedicados a la venta de artículos como indumentaria, lencería, calzado, etc; no están habilitados para abrir. No obstante, las grandes superficies como hipermercados, gozan de esta excepción en el decreto presidencial y siguen vendiendo mercaderías no esenciales. Ante esta situación, CAME evalúa realizar una denuncia en Defensa de la Competencia, por trato desleal.

Es que los comerciantes de electrodomésticos, indumentaria, juguetería, librería, blanquería, marroquinería, calzados, artículos de bazar y para el hogar, entre otros rubros, están haciendo un gran esfuerzo económico para subsistir ante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, acumulando deudas.

Sin embargo, se observa que las grandes cadenas están ofreciendo descuentos especiales de productos aprovechando la circunstancia, mientras que en la última medición de CAME las ventas minoristas retrocedieron un 57,6% en abril, más aún los rubros que permanecieron en cuarentena tuvieron una baja promedio de 75%.

Además, el 94,5% de las pymes relevadas no pudieron cubrir sus costos operativos.

En varios municipios del país se ordenó que los hipermercados no puedan ofrecer a la venta artículos que no sean los estrictamente señalados como esenciales, justamente procurando poner un freno a la competencia desleal. Pero igualmente esto continúa sucediendo en gran parte de los distritos con restricciones a locales comerciales pymes.