114 dirigentes pyme y comerciantes de todo el país participaron del Encuentro Internacional sobre los desafíos post-pandemia del Comercio Minorista y los Centros Comerciales Abiertos, organizado por el sector de Comercio y Servicios de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Federación de Centros Comerciales Abiertos (FCCA). El mismo tuvo el objetivo de ahondar en estrategias que ayuden a mitigar los efectos de la pandemia y los desafíos a futuro, haciendo foco en el trabajo conjunto y la unidad.
Las disertaciones estuvieron a cargo de María José Sauco, gerente del Centro Comercial Abierto de Villena; y Rodolfo Pangua, gerente del Centro Comercial Abierto de Teruel, ambos de España, quienes presentaron las experiencias para afrontar las dificultades que generó la pandemia, además de las estrategias de reactivación del comercio en la actual etapa de salida progresiva de esa situación.
En 2018 y 2019, respectivamente, Villena y Teruel fueron reconocidos como Mejor CCA de España. Actualmente, el comercio de esas ciudades está implementando acciones concretas en el marco de un progresivo regreso a las actividades cotidianas.
Durante la apertura del encuentro, Fabián Tarrío, vicepresidente del sector de Comercio y Servicios de CAME, y presidente de la FCCA, señaló: “Organizamos este intercambio porque, si bien la pandemia del coronavirus posterga sueños e ilusiones, creemos que hay una manera de salir de esto. Nos va a costar, pero nuestra historia como pymes demuestra que hemos superado muchas situaciones difíciles. ¿Y por qué no pasaría lo mismo ahora?”.
Saúco destacó el valor de la comunicación: “Desde el primer momento vimos la importancia de ser la voz de los comerciantes, no solo para trabajar con las autoridades gubernamentales e implementar planes de asistencia, sino también para ayudarlos a mantener contacto con los clientes. Por un lado, generamos campañas de difusión con el fin de destacar el valor del comercio para la comunidad. Por el otro, impulsamos la digitalización de vías de contacto y la compra online, para que las tiendas pudieran seguir concretando transacciones. La incorporación de esas herramientas es un valor agregado para seguir trabajando una vez superada la pandemia”.
Por su parte, Pangua hizo foco en conceptos como “la flexibilidad para hacer frente a situaciones nuevas. Siempre fue una ventaja del pequeño comercio por sobre las grandes organizaciones, pero en esta ocasión hubo que exigirla al máximo para ser innovadores”. También subrayó la importancia de la fidelización y la experiencia de compra “en un contexto que trastocó los hábitos de consumo. El cliente busca renovar vínculos de confianza a partir de la atención, la seguridad en el local y la calidad de los productos. Si bien seguirá eligiendo las tiendas de proximidad, las compras son más esporádicas y voluminosas. Hay que afinar la oferta para que encuentre lo que busca y luego vuelva a comprarlo de nuevo”.
La principal conclusión del encuentro, a partir de las disertaciones presentadas y las preguntas de los asistentes, fue que para superar esta situación hay que hacerlo de manera conjunta y por medio de la unidad. La magnitud y la escala de este acontecimiento inesperado exigen una respuesta de la misma contundencia, y solo mediante la asociatividad entre comerciantes, y con la colaboración del sector público, será posible diseñar las estrategias necesarias para contrarrestar los efectos negativos que está generando.