A comienzos de los ’90, un grupo de geólogas trabajadoras de YPF aceptaron el retiro voluntario que les ofreció la compañía antes de ser privatizada y con ese dinero fundaron LCV, Las Chicas de Varela, una empresa que ofrece estudios geológicos para la industria petrolera y la minería.

Patricia Lía Ferraresi, María Luisa Rodríguez Schelotto, Claudia Aguirre y Silvia Blanco Ibáñez son Las Chicas de Varela, empresarias y geólogas egresadas de la universidad pública

Patricia Lía Ferraresi, María Luisa Rodríguez Schelotto, Claudia Aguirre y Silvia Blanco Ibáñez son Las Chicas de Varela, empresarias y geólogas egresadas de la universidad pública

La de Las Chicas de Varela es una historia de resiliencia y poder femenino, de seis geólogas egresadas de la universidad pública que, cuando perdieron su trabajo, decidieron apostar juntas por un proyecto propio y fundaron LCV, una empresa que realiza estudios de geología para la industria del petróleo, gas, minería e hidrogeología. Más de 30 años después de ese momento, la compañía trabaja con Vaca Muerta y tiene sedes en Bolivia, Perú, México, Colombia y Ecuador.

Silvia Blanco Ibáñez, Patricia Ferraresi, Claudia Aguirre, María Luisa Rodríguez Schelotto, Silvia Corbari y María Margarita Baliña trabajaban en el laboratorio de Geología de YPF, en el sector de Litoestratigrafía, en Florencio Varela. “Todos los ingenieros y geólogos que estaban en el campo mandaban el material para que nosotras estudiáramos y decían: ‘Mándenselo a las chicas de Varela’”, recuerdan. Es que en el laboratorio las mujeres eran mayoría. Pero llegaron los ’90 y las privatizaciones, e YPF no fue la excepción. Para poder vender la empresa, el Estado recortó el personal. En ese contexto, las seis aceptaron el retiro voluntario que les ofrecieron. Sabían que el mercado laboral en su rubro no era fácil, que trabajaban muy bien juntas y que sus años en la compañía petrolífera les habían otorgado un gran expertise.

LCV realiza estudios de geología para la industria del petróleo, gas, minería e hidrogeología

LCV realiza estudios de geología para la industria del petróleo, gas, minería e hidrogeología

Entonces, decidieron seguir haciendo lo que les gustaba y lo que más sabían hacer: analizar muestras de los suelos de minas o pozos petrolíferos. Así nació en 1991, como homenaje al mote con el que eran conocidas, LCV… Las Chicas de Varela, una empresa que ofrece estudios geológicos, de petrofísica básica y especial, bioestratigrafía, geoquímicos, petrográfico sobre muestras de subsuelo y superficie, y también un servicio de guarda en depósitos de material geológico. “Con parte del dinero del retiro pagamos los gastos de escribanía, el alquiler de una pequeña casa y conseguimos las primeras máquinas, que las hizo mi papá, que era tornero”, reconstruye Claudia Aguirre aquellos tiempos de zozobra.

“Desde que empezamos no dejamos de trabajar cada vez más. A los dos años ya nos tuvimos que mudar a otro lugar más grande. El laboratorio de YPF finalmente cerró y dejó a nuestros compañeros sin trabajo, ahí nosotras contratamos a varios”, amplía Claudia y cuenta que, en 1997, pocos años después del inicio de la aventura, fueron contactadas desde Perú y Bolivia e iniciaron así la expansión.

La empresa tiene sedes en Bolivia, Perú, México, Colombia y Ecuador

La empresa tiene sedes en Bolivia, Perú, México, Colombia y Ecuador

Luego de seis años de la inauguración de LCV se enteraron de que en el mismo lugar en el que estaba ubicado el laboratorio de YPF, lugar en que empezó toda la historia, se iba a crear una incubadora de empresas. Les pareció una buena idea volver al origen y alquilaron un espacio en el predio, que por entonces pertenecía la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). “Fue muy fuerte esa experiencia de volver. Esos fueron años de aumento del trabajo y de crecimiento del personal. Llegamos a tener 60 empleados en Buenos Aires. Pero llegó el momento en que la UNLP cedió ese predio para la creación de la Universidad Arturo Jauretche y tuvimos que irnos”, relata.

Para entonces ya había estallado el boom de Vaca Muerta y, gracias al aumento del trabajo, habían podido ahorrar. Así, en 2015 compraron un terreno y se instalaron en el Parque Industrial y Tecnológico de Florencio Varela, donde están ahora. De las seis fundadoras, cuatro son las que siguen al frente de la empresa: Claudia, Silvia, María Luisa y Patricia.

Mujeres al frente

“Cuando LCV se conformó, en diciembre de 1991, yo estaba embarazada de mi primera hija. Otra de las socias recién terminaba su licencia por maternidad, una era soltera y las otras tres tenían hijos pequeños. Nunca sentimos que por ser mujeres las cosas se nos hicieran más difíciles, pero ahora, mirando hacia atrás, vemos que el hecho de haber fundado la empresa, hacerla crecer, asegurar el trabajo a tanta gente y, a la vez, criar a nuestros hijos, fue un inmenso trabajo”, reconoce Claudia.

Shell, Petrobras, Pluspetrol, YPF y Pan American Energy son algunos de sus clientes

Shell, Petrobras, Pluspetrol, YPF y Pan American Energy son algunos de sus clientes

Al principio, enfrentaron muchos miedos. “Fue un gran impacto pasar de estar años como investigadoras y, de repente, salir al mundo de las empresas: hacer listas de precios, vender, abrir cuentas bancarias, contratar contador… Todo nuevo era. Tuvimos que aprender toda la parte administrativa, aprender a vender, a atender clientes, promocionar lo que hacíamos, hacer proyecciones…”, enumera.

Es que ni bien abrieron la empresa, enseguida consiguieron contratos porque en la industria las conocían todos. “Muchos geólogos que habían sido compañeros nuestros de otras reparticiones de YPF ya estaban trabajando en otras petroleras”, describe Claudia la manera en que empezaron a ampliar la cartera de clientes que, al día de hoy, incluye en Argentina a compañías como Shell, Petrobras, Pluspetrol, YPF y Pan American Energy, entre muchas otras.

Desde el 2015, LCV tiene sus oficinas en el Parque Industrial de Florencio Varela

Desde el 2015, LCV tiene sus oficinas en el Parque Industrial de Florencio Varela

“Es un ambiente de hombres. Una vez nos comentaron que somos la única empresa mundial en la industria del petróleo con dueñas mujeres”, confiesa y concluye: “Estamos muy orgullosas de todo lo que hicimos”.

Escrita por Guadalupe Farina.