La reconocida cadena de heladerías Lucciano’s empezó como una pequeña pyme familiar en el 2011, en Mar del Plata. Hoy tiene 85 locales en Argentina y en el exterior, y aspira llegar a 100 durante el primer trimestre del año que viene.
La fábrica de Lucciano’s está en el Parque Industrial Mar del Plata
Una salida entre amigos. Un antojo de la infancia después de la escuela. El postre de Navidad. El broche de oro de un paseo cerca del mar durante las vacaciones de verano… Nacido en Italia, el helado es parte de la cultura argentina, como el dulce de leche, el mate o el asado. En cadenas o heladerías barriales, los argentinos saciamos los antojos de un cucurucho o un cuarto, ya sea sabor cremoso o frutal. Lucciano’s supo entender esa fascinación nacional y hoy es un ejemplo de cómo una pyme puede crecer hasta alcanzar mercados internacionales.
De Mar del Plata al mundo, Lucciano’s empezó como un hobby en el año 2011. Eso es lo que cuenta Christian Otero, fundador de la cadena junto con su padre, Daniel. “Siempre tuvimos inquietud por todo lo gastronómico. Viajando, uno veía que muchos rubros evolucionaban, como cafeterías o hamburgueserías. En el helado había un campo para innovar y ofrecer una experiencia diferente, para subir un escalón más, tanto a nivel producto como a nivel experiencia. Así nace Lucciano’s”, cuenta Otero, sentado en la oficina de la planta que la empresa inauguró en el Parque Industrial de Mar del Plata a comienzos del 2023.
Más allá de su crecimiento, el helado de Lucciano’s sigue siendo artesanal como el primer día
Un local en la intersección de la Av. Juan José Paso y Tucumán, en un barrio residencial marplatense, fue la punta de lanza. Hasta entonces, Daniel era el dueño de una cadena de ropa deportiva y Christian estaba involucrado en el negocio del fútbol, con una licencia de agente FIFA para poder vender jugadores. “Durante los primeros cuatro años que estuvimos en Mar del Plata, Lucciano’s no era nuestro principal emprendimiento. Empezó a serlo cuando abrimos el primer local en Buenos Aires, en el 2015, y realmente confirmamos todo el potencial que creíamos que la marca tenía. Entonces nos empezamos a dedicar en serio”, recuerda.
A partir de ahí comenzó el camino de crecimiento que llevó a la empresa a convertirse en una de las grandes líderes del rubro. En un lapso de cuatro meses abrieron los primeros nueve locales y montaron una planta nueva, que es la anterior a la actual. La cadena se expandió por Buenos Aires primero y por el interior después. Hace casi cuatro años salieron de las fronteras del país con una primera sucursal en Orlando, Estados Unidos. De allí, directo a Europa, con un local en la cuna del helado: Italia. “Nos decían que estábamos un poco locos porque fuimos a meternos a la capital del helado, donde hay miles de heladerías. Siempre tuvimos claro que si desembarcábamos en Europa el primer lugar tenía que ser allí, porque estábamos convencidos de la propuesta con la que llegábamos. Ser exitoso en Roma es más fácil para empezar a crecer en el resto del continente”, explica Otero.
Con los Ice Pops reversionaron el helado de palito
De ese modo, la expansión continuó hasta llegar a distintos lugares del mundo. “Además de Estados Unidos e Italia, estamos en Uruguay y España. Ya tenemos un local terminado para abrir en Paraguay, otro alquilado en Chile, un acuerdo de franquicia en México para abrir 10 locales, estamos avanzando con Perú y Ecuador y tenemos una carta de intención para abrir 8 locales en Emiratos Árabes”, enumera.
El secreto del sabor
“Todos los años viajamos a Italia y conocemos a la mayoría de los proveedores de insumos. El chocolate belga que nosotros usamos no lo utiliza nadie más en la industria. Por eso creo que hemos logrado hacer un producto de la mayor calidad a nivel mundial. A eso se suma la parte de la experiencia. La inversión en un local nuestro es muy superior que la que se realiza en cualquier heladería tradicional. Cada uno de nuestros locales es diferente del otro, de modo que a la gente le guste ir y subir historias a las redes. Es el engagement que generamos con los consumidores”, describe Christian cuando se le pregunta por el secreto del éxito.
A mitad de 2024 lanzaron una línea de alfajores, hechos con el mismo chocolate belga que los helados
Es que si a algo no le tiene miedo Lucciano’s es a la innovación y al riesgo. A los dos años de su inauguración revolucionaron el rubro al reversionar el viejo y querido “helado de palito” que se compra habitualmente en los kioscos y crear los Ice Pop con sabores artesanales y distintos diseños. Hace unos meses lanzaron los Geladot’s, doce variedades de bombones de helado cubierto con chocolate belga. Además, se animaron al más tradicional rubro marplatense: el alfajor.
“Nuestros alfajores y chocolates conviven muy bien con el helado. Son productos que a veces nos sirven para mantener una venta pareja todo el año en algunas ciudades donde la estacionalidad pega más fuerte. Además, es un producto complementario. Compro un kilo de helado y me llevo dos alfajores. Argentina es un país muy ‘alfajorero’. Nuestros alfajores tienen el mismo chocolate belga que los helados”, se explaya Otero.
Los Gelado’s, el último lanzamiento. Bombones de helado bañados con chocolate
Por otro lado, en su afán expansivo, la firma incursiona en distintos modelos de negocios. Dos años atrás arrancó con el retail, y su presencia se está ampliando en supermercados, estaciones de servicio y mercados gourmet. “Es un negocio que vemos con mucho potencial no solo para Argentina sino para la región. Trajimos tecnología para sacar líneas de producto para exportar a Latinoamérica, y ya terminamos los registros para vender los alfajores a Europa y EE.UU.”, asevera Otero. A ello se suma el sistema de franquicias. El 25% de los locales son propios, el resto están franquiciados.
La fábrica de Lucciano’s está abierta al público. Christian se ilusiona al contar que durante las vacaciones de invierno llegaron a hacer tres tours diarios, todos con entradas agotadas. “La idea es aportar a Mar del Plata una experiencia más, para los locales y el turismo”, confiesa y finaliza: “Además, el objetivo es que la gente pueda venir y conocer de primera mano cómo es esto. Que vean la calidad de las materias primas y que, por más que hayamos crecido, Lucciano’s no se industrializó… Que seguimos haciendo el helado artesanal como el primer día”.
Escrita por Guadalupe Farina