Productores primarios y agroindustriales nucleados en el sector de Economías Regionales y la Mesa Agroalimentaria de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se reunieron para debatir el alcance de la apertura de importaciones de productos de la canasta básica, oportunidad en la que plantearon sus preocupaciones y propuestas para bajar los precios de venta al consumidor.
Tras la decisión del Gobierno de abrir las importaciones a alrededor de 2936 posiciones arancelarias —alimentos, medicamentos y artículos de limpieza e higiene personal—, exceptuándolas por 120 días del régimen de percepción del impuesto al valor agregado y del impuesto a las ganancias y otorgándole permiso a los importadores para acceder al dólar en un plazo de 30 días; más de 30 productores del agro y la industria alimentaria aseguraron que la apertura indiscriminada les preocupa, así como también la competencia desleal al no darse las condiciones para poder competir de igual a igual.
El encuentro, realizado en formato híbrido, fue encabezado por Eduardo Rodríguez y Pablo Vernengo, directores de Economías Regionales, Pablo Villano, titular de la Mesa Agroalimentaria y consejero titular de CAME, y Jorge Pazos, consejero titular; quienes presentaron la nota elevada al ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, y al secretario de Comercio, Pablo Lavigne.
En busca de igualar las condiciones de los grandes grupos económicos importadores, la propuesta presentada a los funcionarios gira en torno a la baja de impuestos internos (en los tres niveles) a los productos que, en lo que respecta a los alimentos, se ubican entre el 39% y 43% del precio de góndola.
Además del precio (mucha mercadería ingresará a precios irrisorios o de dumping), la desventaja se observa también en otros atributos del producto como la calidad, trazabilidad y el manejo sanitario, por mencionar algunos. En síntesis, los productores demandan que los productos provenientes del exterior cumplan los mismos requisitos/requerimientos que les exigen a ellos. “Igualdad de condiciones para poder competir y, además, para no romper el mercado”, solicitaron los participantes.
Para finalizar, también se abordaron otros temas que hacen a la rentabilidad y competitividad del sector: altos costos energéticos (insumo esencial para la producción) y la necesidad de eliminar los costos ocultos de las facturas; la vigencia del Decreto 423/2023 que permite compatibilizar planes sociales con trabajo registrado; el estado de situación actual de las negociaciones paritarias; y la importancia de avanzar con el proyecto de Ley de Economías Regionales para contar con una definición unívoca de las mismas y políticas diferenciales.
De la reunión también participaron, en forma presencial, Roberto Miskus —Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), además representada online por Irineo Quiñones— y Mario Bustos Carra —Asociación Olivícola de Mendoza—. En forma virtual, estuvieron presentes productores agroindustriales de la Federación Económica de Mendoza (FEM); Federación Económica de Tucumán (FET); Federación Económica de Catamarca (FEC); Federación Económica de Corrientes; Unión Empresarios de Jujuy; Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA); Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza; Asociación de Productores Porcinos de Tandil (APPORTAN); Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones; Sociedad Argentina de Apicultores (SADA); Cámara Argentina de la Industria y Exportación de Jugos de Manzana, Peras y Afines (CINEX); Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios de San Juan; Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza; Asociación de Productores Rurales de Villarino Sur (APROVIS); Asociación de Productores Avícolas del Sur (APASUR); Cámara Argentina de Productores de Hongos Comestibles; Grupo Resurgir de Replantación de Durazneros de Mercedes; Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA); Cámara de Productores de Kiwi de Mar del Plata; entre otros.