La confianza entre los empresarios de las pequeñas y medianas empresas experimentó una disminución del 2,8% en septiembre, colocándose un 8,3% por debajo del mismo mes del año anterior. Este es el segundo mes consecutivo en que la confianza muestra un descenso.
El resultado mensual se atribuye al deterioro del 7,4% en la confianza de los comercios minoristas, quienes atraviesan una situación más compleja debido a las disminuciones en las ventas desde hace unos meses y la aceleración de la inflación producto de la devaluación de agosto 2023. Por otro lado, en la industria, la confianza experimentó un aumento del 5,3%, recuperando parte de la marcada caída registrada en agosto.
No obstante, a pesar de la mejora en la confianza industrial, en septiembre, la confianza del empresario del comercio alcanzó niveles similares a la del sector industrial. Esto representa un cambio significativo respecto a agosto, cuando la brecha entre la confianza del comercio y la industrial era un 13,3% mayor en favor de la industria. Este ajuste podría indicar una alineación de las percepciones de confianza entre ambos sectores, a pesar de los desafíos específicos que enfrenta cada uno.
En la comparación interanual, frente a septiembre de 2022, la confianza de los empresarios manufactureros pymes se mantuvo 9,2% por debajo de ese mes, mientras que en los comercios resultó 7,8% menor.
Los datos surgen del Índice de Confianza Pyme (ICPyme) que elabora CAME para captar el ánimo del empresario en base a tres variables: la situación presente de su empresa, sus expectativas de evolución futura y sus intenciones de inversión.
En septiembre de 2023, las pequeñas y medianas empresas (pymes) operaron con un nivel de confianza de 54,7 puntos en una escala que varía de 0 a 100, donde 0 representa confianza nula y 100 confianza plena. Esto implica una brecha de 45,3 puntos porcentuales con respecto al nivel máximo de confianza. Este indicador proporciona una perspectiva cuantitativa sobre el estado de ánimo y la percepción de las pymes en septiembre de 2023.
Análisis sectorial
Percepción sobre la situación presente: La percepción de la situación presente bajó 15,5% mensual en el comercio y 1,0% en la industria. La misma tendencia ocurrió en la comparación interanual: mientras la percepción presente del industrial bajó 8,5% frente a septiembre 2022, la del comercio se retrajo 8,0%. La situación actual del empresario pyme, independientemente de su actividad, es frágil. Las empresas están muy pendientes de la coyuntura diaria, donde la actividad también viene cayendo mes a mes. El impacto de las políticas de ingresos lanzadas por el gobierno, que ayudarán a contener esta tendencia, recién captarse en los informes del mes próximo.
Expectativas futuras: Las expectativas experimentaron un descenso mensual del 4,4% en el sector comercial, mientras que la industria experimentó un aumento del 18,8%. En comparación con septiembre de 2022, se observó una disminución del 14% en la industria y del 12,1% en el comercio. A pesar del repunte en la industria, atribuido a la marcada caída del mes anterior, el índice de expectativas del sector se mantiene aproximadamente 4,4 puntos por debajo del índice del comercio. En suma, tanto los empresarios industriales como los del comercio de pequeñas y medianas empresas no identifican una tendencia clara hacia el futuro, ya que los candidatos presentan propuestas para situaciones económicas muy divergentes. Esta falta de claridad explica la incertidumbre de este panorama empresarial.
Intenciones de inversión: En septiembre, las intenciones de inversión tuvieron bajas mensuales de 0,1% en la industria y de 0,3% en el comercio. En la comparación interanual, se retrajeron 3,5% en la industria y 1,8% en el comercio. En los dos sectores el indicador de inversión sigue estancado en valores de 50 puntos desde hace meses, un valor que refleja un piso de inversión necesario para sostener sus negocios, pero no para dar grandes saltos expansivos en la empresa.